
En este post vamos a contar un poco por qué nos aventuramos a conocer parte de dos provincias argentinas en un fin de semana común viajando desde Buenos Aires y cuál fue el itinerario que hicimos aquellos días calurosos de diciembre de 2018.
El disparador, un vuelo barato
Quienes nos conocen saben que siempre estamos a la caza de vuelos. Teníamos en la cabeza los precios habituales de los pasajes hacia distintos destinos. Y así fue como jugando en la página de Aerolíneas Argentinas conseguimos una tarifa espectacular para ir a La Rioja. Consistía en volar un viernes por la tarde y volver un domingo a la noche. ¿Viajar sólo por dos días? Por supuesto que es poco y no alcanza para conocer a fondo, pero como guardábamos días de vacaciones para viajar a Europa unos meses después no teníamos mayor disponibilidad de tiempo. Por supuesto nos íbamos a quedar con ganas de conocer más. Pero nos animamos, pensamos que en dos días podíamos hacer mucho. Y así fue.
Cómo resolvimos el recorrido: alquilando auto
Salimos desde nuestros trabajos hacia Aeroparque, tomamos el vuelo y poco después aterrizábamos en el aeropuerto de la ciudad de La Rioja donde nos esperaba nuestro contacto de la agencia de autos que nos alquiló un vehículo por ese fin de semana.
¿Por qué decidimos rentar un auto? Era lo más práctico. Teníamos poco tiempo y nuestra intención era conocer lo máximo posible. Casi no recibimos respuestas de las agencias de viajes a las que consultamos por excursiones, y por lo que habíamos sondeado, los tours eran caros. El transporte público, además, aún es escaso. Nos convenía alquilar vehículo, tanto en precio como en comodidad.
La empresa que nos prestó el servicio es La Rioja Rental Cars y nos brindó un precio y una atención excelentes. Los recomendamos muchísimo.
Comienza la aventura
Ya con nuestro auto nos dirigimos al Hotel Plaza en pleno centro de la capital riojana donde pasamos esa noche. El hotel cuenta con cochera a una cuadra. Cumplió con lo que necesitábamos. El desayuno estuvo muy bien.

Al otro día por la mañana arrancó nuestro itinerario. Cada atracción la vamos a ir desarrollando en próximos posteos.
- Desde La Rioja Capital nos fuimos al Parque Provincial Ischigualasto en San Juan. Al terminar el recorrido, volvimos a pasar el límite interprovincial hacia La Rioja y fuimos a conocer el Parque Nacional Talampaya. Todo el mismo día.

- Pasamos la noche en Villa Unión, La Rioja, en el Hotel Valle Colorado, el cual contratamos por Booking y le aplicamos un código de descuento, así que nos quedó a un precio muy bueno.

- Ya siendo domingo nos fuimos hacia Chilecito transitando uno de los tramos más hermosos de la Ruta Nacional 40, la increíble Cuesta de Miranda.

- En Chilecito visitamos las estaciones 1 y 2 del histórico cable carril que se utilizaba para la actividad minera. Luego quisimos llegar hasta el cruce del río Oro con el río Aguas Negras, donde se da un fenómeno muy particular porque los cursos se cruzan pero no se unen por la composición de sus aguas. Pero el camino era complicado y al estar con vehículo alquilado terminamos desistiendo.

- Por último, almorzamos y volvimos a la ciudad de La Rioja. Nos sobraba tiempo hasta que saliera el vuelo, pero resulta que ese día se jugaba la final de la Libertadores entre Boca y River en Madrid y fuimos a verla con la gente de la Peña Xeneize Riojana.
La salida del vuelo se demoró por tormenta eléctrica en Buenos Aires, de manera que el avión que debía ir a buscarnos no podía salir de Aeroparque. Así que nos quedamos unas largas horas comiendo en el bar del aeropuerto de La Rioja. Llegamos a Buenos Aires pasada la medianoche del lunes.
Y así se terminó un fin de semana maratónico en el cual conocimos un parque provincial, un parque nacional, hicimos un tramo espectacular de la Ruta 40 y descubrimos una parte importante de la historia de la bella Chilecito. Más de 700 km recorridos en dos días, paisajes increíbles y recuerdos imborrables.
Si no se animan a hacer un viaje de fin de semana, ojalá este post los inspire.
¡Hasta la próxima!
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